Incrementando la acción climática en Argentina

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Argentina ha mostrado avances positivos en el espacio climático desde 2015, sin embargo, sus compromisos climáticos para el 2030 no son consistentes con mantener el calentamiento global por debajo de 2°C, por no hablar de limitarlo a 1.5°C conforme a lo requerido en el Acuerdo de París. Este informe, la tercera evaluación de país de la serie “Incrementar la acción climática” del Climate Action Tracker, analiza las áreas en las que Argentina podría acelerar su acción climática. El informe refleja las reducciones de emisiones de GEI derivadas de esas medidas, junto con otros beneficios tales como los impactos positivos en la generación de empleo en los sectores orientados a bajas emisiones.

El incremento de la acción climática en el suministro de electricidad de Argentina, en el sector de edificios residenciales y en el transporte terrestre de pasajeros y mercancías – los cuales representan alrededor del 40% de las emisiones de Argentina en 2014 – puede descarbonizar exitosamente estos sectores para 2050. Incrementar la acción climática ahora iniciaría transiciones sectoriales técnicamente viables hacia una sociedad de cero emisiones y, al mismo tiempo, reforzaría directamente la agenda de desarrollo sostenible de Argentina, incluyendo la reducción de los efectos adversos para la salud a causa de la contaminación atmosférica y una mayor participación y justicia social en la movilidad y la vivienda.

Las acciones en los tres sectores de interés identificadas en este pueden reducir las emisiones de GEI hasta un 94% por debajo de los niveles de 2014 en estas áreas para el año 2050 y a su vez reducir las emisiones totales un 7 % por debajo de los niveles de 2014 para el año 2050. Lo último es equivalente a un 38 % por debajo de un Escenario de Desarrollo Actual para 2050.

Argentina aún necesitará tomar medidas adicionales en otros sectores como la agricultura y los sectores de uso de la tierra para disminuir las emisiones totales a mediados de siglo, en línea con el límite de temperatura del Acuerdo de París.

Una acción climática acelerada en línea con los escenarios compatibles con París en los tres sectores permitiría a Argentina superar su compromiso condicional de limitar sus emisiones a 322 MtCO2e para 2030. Una conclusión importante de estos resultados es que es beneficioso para Argentina aumentar considerablemente su compromiso de mitigación para 2030 a fin de ser coherente con el Acuerdo de París.

Nuestros hallazgos destacan que el incremento de la acción climática en el suministro eléctrico argentino a través de la expansión a gran escala de la energía renovable podría reducir las emisiones de GEI de la generación de electricidad hasta un 80 % por debajo de los niveles de emisiones de 2014 para 2040 y descarbonizarse por completo para el 2050. Estos escenarios ambiciosos desarrollados por instituciones nacionales y otras partes interesadas pondrían al país en un rumbo compatible con el Acuerdo de París de 1,5 °C a 2040.

Un sector eléctrico totalmente descarbonizado es fundamental para permitir que las tendencias de electrificación con bajas emisiones de carbono en el transporte terrestre de pasajeros y mercancías, así como en los edificios residenciales se alineen al límite de temperatura establecido en el Acuerdo de París. Dada su riqueza natural en recursos renovables y sus ambiciosos objetivos de expansión de las energías renovables para 2025, Argentina podría convertirse en un país líder a nivel mundial en lograr una transición energética exitosa si aumenta los esfuerzos de políticas para garantizar el logro de estos objetivos.

El CAT ve riesgos considerables en el desarrollo planificado de la infraestructura de extracción y exportación de gas a gran escala en Argentina. Esas inversiones podrían causar una concentración en el suministro de energía de altas emisiones. La fuerte dependencia del gas natural y las inversiones en infraestructuras también pueden obstaculizar los esfuerzos de descarbonización en sectores de demanda como el transporte y en los edificios.

Es probable que la transición hacia un suministro eléctrico bajo en carbono y basado en energías renovables para el año 2030 conlleve a mayores oportunidades de empleo doméstico en Argentina en comparación con el Escenario de Desarrollo Actual, donde la mayoría de las adiciones de capacidad corresponden a generación a base de gas natural. Esta transición energética posibilita puestos de trabajo en tecnologías y sectores que es más probable que constituyan el núcleo del futuro suministro de electricidad, tanto en Argentina como en el resto del mundo.

En un escenario de desarrollo actual, aproximadamente 37.000 personas al año como promedio están directamente empleadas en el desarrollo de nueva capacidad de suministro de electricidad y en la operación y mantenimiento de la capacidad existente y nueva durante el período 2016 - 2030. El CAT estima que estas inversiones estimularían otros 103.000 empleos indirectos e inducidos al año como promedio, tales como empleos en la producción de cemento para los cimientos de concreto de las turbinas eólicas.

Los escenarios compatibles con el objetivo de 1,5 °C del Acuerdo de París fomentan hasta 29.000 empleos directos más al año que el escenario de desarrollo actual. Al evaluar el impacto estimado en el empleo de los demás escenarios, todos fomentan al menos tantos puestos de trabajo como el Escenario de Desarrollo Actual. Estos oscilan entre aproximadamente 40-66.000 puestos de trabajo directos al año y otros 98-135.000 puestos de trabajo si se consideran los efectos indirectos e inducidos más amplios de las inversiones.

Las tendencias al alza de las emisiones de GEI del sector del transporte en Argentina ponen de manifiesto la necesidad de acelerar la acción para descarbonizar completamente este sector para mediados de siglo para que sea compatible con el Acuerdo de París. Nuestro análisis de la aceleración de la acción climática en el sector del transporte se enfoca en el transporte terrestre de pasajeros y mercancías, con especial énfasis en el impacto de la transición hacia autos, autobuses y camiones de cero emisiones.

Las trayectorias sectoriales compatibles con el Acuerdo de París reducen casi totalmente las emisiones de carbono del sector de transporte terrestre de pasajeros y mercancías de Argentina para el año 2050. Esto requiere un cambio modal sustancial en el transporte de pasajeros y mercancías, la introducción de vehículos de cero emisiones, autobuses y camiones, y un endurecimiento de las normas de ahorro de combustible de CO2 para los nuevos vehículos particulares. Esto descarbonizaría completamente el sector de transporte de pasajeros y mercancías de Argentina a mediados de siglo bajo la condición de que el sector de suministro de electricidad esté completamente descarbonizado para 2050, en línea con el objetivo de temperatura del Acuerdo de París.

La electrificación del transporte y el abandono de los vehículos a base de combustibles fósiles reducen los efectos adversos de la contaminación atmosférica y acústica y sus efectos nocivos para la salud. Esto promueve directamente la provisión de vidas saludables y bienestar para todas las edades, en línea con el tercer Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS 3).

Las ganancias en eficiencia energética a través de códigos de construcción más estrictos, mayores tasas de renovación térmica de los edificios, electrificación de agua/calefacción y electrodomésticos más eficientes pueden reducir casi por completo las emisiones de carbono en el sector de edificios residenciales en Argentina a mediados de siglo. Estos esfuerzos dependen también esencialmente de que el sector del suministro de electricidad se descarbonice de acuerdo con el objetivo de temperatura del Acuerdo de París. Esta transición en el sector de edificios residenciales implica oportunidades clave para promover viviendas socialmente justas, genera empleo local y atenúa los efectos adversos para la salud provenientes de viviendas inadecuadas.

Incluso sin ninguna otra acción climática en el sector de suministro de electricidad más allá de los planes actuales, las políticas antes mencionadas en el sector de edificios residenciales de Argentina podrían reducir las emisiones hasta en un 31 % por debajo de los niveles actuales para 2050.

Las medidas en el sector de los edificios residenciales propuestas por investigadores y otras partes interesadas nacionales ya pueden impulsar una mitigación ambiciosa. Entre las medidas propuestas figuran el aumento de las tasas de renovación de los edificios existentes en un 2% anual, con una mejora de la eficiencia energética del 50% para 2020 o una cuota de mercado del 90% de bombas de calor para todos los aparatos de calefacción que se vendan para 2030. Estas medidas están alineadas con las medidas que están aplicando los países líderes internacionales y acercarían a Argentina a una transición con bajas emisiones de carbono en el sector de edificios residenciales, si se implementan.